Aída Trujillo

febrero 28, 2011

Publicaciones en el periódico El Nacional, Trigésimo aniversario del «23-F», intento de golpe de estado en España, I Parte

26 Febrero 2011, 1:05 PM
Vivencias cotidianas de allí y aquí
Escrito por: Aida Trujillo

Trigésimo aniversario del intento de golpe de estado en España, I Parte

Hace 30 años, la democracia española sufrió una grave amenaza que, felizmente, se redujo a un fallido golpe de estado. Afortunadamente no hubo víctimas que lamentar. Transcurrieron angustiosas horas, empero, para los que, desde el 1975, tras el deceso de Franco, habíamos puesto nuestras ilusiones en disfrutar de un país libre de dictaduras.

La historia es extensa y no tendré el espacio suficiente para relatarla al completo, por lo que la dividiré, al igual que he hecho otras veces. Omitiré, por respeto a este distinguido diario, ciertas palabras soeces que pronunciaron los que pretendieron, entonces, hacerse con el poder del país.

Cuarenta miembros de la Guardia Civil penetraron en el Congreso de los Diputados, a las 8.50 de la mañana del 24 de febrero de 1981, y apuntaron, con sus armas, a los parlamentarios que permanecían secuestrados allí desde la tarde anterior. Realizaron  disparos en el salón de plenos y,  el entonces Presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, fue ferozmente amenazado cuando solicitó hablar con el jefe de la fuerza ocupante.

Adolfo Suárez, enfrentándose a los ocupantes

Adolfo Suárez, enfrentándose a los ocupantes

Resulta imprescindible señalar la figura de uno de los más importantes protagonistas del histórico hecho.  Se trata de Antonio Tejero Molina, ex teniente coronel de la Guardia Civil, quien fue uno de los principales cabecillas del malogrado golpe.

Antonio Tejero

Antonio Tejero

Tejero estuvo destinado, entre otros lugares, en Guipúzcoa y allí detuvo a múltiples miembros de la organización terrorista ETA. Fue testigo de la quema de banderas españolas y, junto a sus subordinados, se dispuso a rescatarlas, pese a haber recibido órdenes expresas de no hacerlo. Aquel desacato le costó un mes de arresto en Madrid y el cese de su mando en la Comandancia. Fue transcendente la carta que envió, en su momento, al Rey. La famosa misiva le valió catorce días de arresto y un posible cese que no se llegó a producir. En noviembre de 1978, Tejero se reunió en la madrileña cafetería Galaxia, en donde se diseñó la operación de homónimo nombre. Por este hecho fue recluido nuevamente, esta vez durante diecinueve meses.

Felipe González y Alfonso Guerra

Felipe González y Alfonso Guerra

Pero, pese a ello, poco tiempo después de ser libertado, comenzó a planear el, desde entonces llamado, “23-F”. Existe, dentro de su carrera profesional, una extensa retahíla de sucesos que los lectores pueden consultar en cualquier enciclopedia o en Internet.

El ex Presidente del Gobierno, Adolfo Suárez

El ex Presidente del Gobierno, Adolfo Suárez

Santiago Carrillo

Santiago Carrillo

Soledad Becerril y José Bono

Soledad Becerril y José Bono

Tejero, durante aquel lamentable suceso, aprehendió a Adolfo Suárez, mientras otros ocupantes se hicieron cargo del Vicepresidente, Manuel Gutiérrez Mellado, y de los dirigentes políticos Felipe González, Alfonso Guerra, Santiago Carrillo y Agustín Rodríguez Sahagún, lo cual dio lugar a graves temores por  la integridad de sus vidas. Los regentes fueron cacheados, obligados a permanecer toda la noche bajo estricta vigilancia y apartados de sus compañeros, que desconocían su paradero.

Rodríguez Sahagún

Rodríguez Sahagún

El único que consiguió enterarse de que todos seguían estando en el Congreso fue el presidente de la Cámara, Landelino Lavilla. Éste fue objeto de gran desprecio y brusquedad por parte de Tejero cuando el Presidente le preguntó qué ocurría y él le contestó, groseramente y pistola en mano: «¡Quítate de ahí!»

Las precisiones de lo acontecido el “23-F” están acreditadas íntegramente. Figuran en las “Actas de la ocupación del Congreso”, redactadas por Víctor Carrascal, Leopoldo Torres, Soledad Becerril y José Bono.

Landelino Lavilla

Landelino Lavilla

La noche del 23 de febrero del 1981 millones de españoles se preguntaron qué les depararía el futuro. Los únicos que disfrutaron de aquellas espeluznantes horas fueron los que secundaban sus intenciones.  Pero recuerdo que los niños, ajenos al peligro, también se sintieron felices pues, como es obvio, al día siguiente no los mandamos a la escuela.

Manuel Gutiérrez Mellado

Manuel Gutiérrez Mellado

Aída Trujillo Ricart    https://aidatrujillo.wordpress.com/

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