EN ESTA CANCIÓN,STING DENUNCIA, CLAMA, POR LOS DESAPARECIDOS EN ARGENTINA. ES UN DERECHO QUE TIENE CUALQUIER SER HUMANO, DE CUALQUIER PAÍS DEL MUNDO.
10 Febrero 2012, 12:14 PM
Vivencias cotidianas de allí y aquí
Escrito por: AidaTrujillo Ricart ( https://aidatrujillo.wordpress.com)
Uno, de tantos testimonios, a favor del Juez Baltasar Garzón
Quiero expresar mi solidaridad con el Juez Baltasar Garzón, a quien han imputado de causas injustas y, finalmente, “los de siempre”, están ganándolas. ¡Despierta, España!
Viene a cuento decirles que, cuando mi hijo mayor, Carlos, me envió, a través del menor, Nicolás, las cenizas de mi Jaime, el segundo de mis retoños, fallecido en julio del 2010, sentí un alivio que podría parecer absurdo, pero es real. ¡Es lo único que a uno le queda cuando pierde a un ser tan querido, sus restos!
Escribí, hace tiempo, sobre muchas de las valiosas actuaciones de Garzón, tanto en España como en el resto del mundo. Hoy voy a limitarme a transcribir algunas estrofas de un testimonio que tiene que ver con lo que comento anteriormente, el de Juan Pérez Silva. A ustedes les toca opinar si coinciden conmigo o no.
María Silva, su madre, era pobre y analfabeta y nunca había salido de su pueblo, Casas Viejas (Cádiz). Empero, a los 17 años de edad, el 11 de enero 1933, se convirtió en un mito. Aquel día, perdió a seis miembros de su familia, tiroteados y abrasados en la choza de su abuelo, Curro Cruz, tras una revuelta de campesinos anarquistas. Después de haber sobrevivido a la masacre, empezaron a llamarla “La Libertaria”El diario ABC, la visitó en la cárcel y refirió: “Tiene 18 años (aunque le faltaban tres meses para cumplirlos) y es bastante agraciada. (…) Tiene todo su indumento sucio y haraposo. Nos pide que se le compren medias y alpargatas negras”.
Cuando salió de la prisión, a los 21 años, con un hijo de 13 meses y embarazada de seis, María estaba muerta…
“Los golpistas la mataron a unos 30 o 40 kilómetros de Paterna, no se sabe dónde”, relata Juan, que, a pesar de no recordarla, pues, como hemos dicho, sólo contaba con 13 meses de edad, no ha dejado de buscarla.
Su embarazo no disuadió a sus asesinos, ni para matarla, ni para torturarla.“La amarraron a una reja y abusaron de ella”, cuenta su hijo, que ha ido enterándose de esos dolorosísimos detalles, según los testigos iban perdiendo el miedo a hablar.
“Siempre me he hecho el tonto pero, en un pueblo chico, todo se sabe. Y lo que pasó fue en un sitio en donde no había frente de guerra. Se trataba de sembrar el terror y dominar a la gente”.
Hijos de los que mataron a mi madre son amigos míos, porque los hijos, que no lo olvide nadie, no pueden escoger a sus padres. No quiero venganza. Lo que deseo es lo mío: los restos de mi madre y que me digan cómo murió. La única cosa que he deseado en la vida ha sido darle un entierro digno y tener un sitio para llevarle flores cuando quiera”.A su madre la mataron al principio de la Guerra Civil y, a su padre, sindicalista de la CNT y director del periódico Cartagena Nova, el último día de la contienda.
“Se habían conocido en la cárcel de Cádiz. Mi padre medió para que la liberaran después de la matanza de Casas Viejas porque era menor. Y lo consiguió: la dejaron libre (…). A mi padre lo sacaron de la redacción del periódico y lo fusilaron en Cartagena.
Juan Pérez Silva se crió con la cuñada de su madre. “En la Guerra Civil y la dictadura mataron a 26 miembros de mi familia”, relata.
No sólo lleva toda la vida batallando para encontrarla, también ha estado haciéndolo para que inscribieran su defunción en el Registro Civil.
Juan ha gastado alrededor de 2.000 euros entre publicaciones de anuncios en periódicos y otras diligencias.
El juzgado de Chiclana de la Frontera (Cádiz) se hizo de rogar, sin embargo, finalmente, María Pérez Silva fue dada por fallecida en junio de 2011, 74 años después de haber sido fusilada.
“Él, mi padre, está en una fosa común y sé adonde. Me gustaría volver a juntarles”, declaró, con todo derecho, Juan.
Este hombre asegura que no entiende lo que le está ocurriendo al Juez Baltasar Garzón, que admitió a trámite la denuncia que presentó en 2007. “Pero confío en la justicia”, añade enseguida. “Sigo esperando mucho de ella”.
Pues, ya lo ves, Juan… ¡Yo también estoy decepcionada!
PERSONALMENTE, NO ENTIENDO CUÁL ES EL MIEDO, DEL TRIBUNAL SUPREMO ESPAÑOL, AL TEMA DE LA MEMORIA HISTÓRICA QUE HA REMOVIDO BALTASAR GARZÓN.
AL FIN Y AL CABO, COMO SOY UN SER TAMBIÉN ESPIRITUAL, CREO QUE ESO, A FRANCO, U OTROS CÓMPLICES, NO LES AFECTARÍA EN ABSOLUTO, AL CONTRARIO. ¡TODO AQUELLO YA SE SABE, DE SOBRA!
COMO ESCRIBÍ EN “A LA SOMBRA DE MI ABUELO”, EN UN SUEÑO, EL ÚNICO QUE RECUERDO HABER TENIDO DE ÉL, MI PROPIO ABUELO ME DIJO QUE, EL QUE YO HABLASE PÚBLICAMENTE DE SUS ERRORES, LE QUITABA KARMA. AQUEL SUEÑO ME ANIMÓ A SEGUIR ESCRIBIENDO.
UNA PREGUNTA ¿PORQUÉ SE REFIEREN AL 2 DE MAYO Y NO A “LA SANTA INQUISICIÓN”, COMO JUSTIFICACIÓN PARA NO INVESTIGAR UNA MEMORIA HISTÓRICA RECIENTE?
PERO… ¡HABLARÉ MÁS! ¿QUÉ CLASE DE JUSTICIA ES ESTA?