Vivencias cotidianas de allí y aqui
Escrito por: Aida Trujillo Ricart (https://aidatrujillo.wordpress.com/)
Celebración de la noche del Año Nuevo “de allí y aquí”
Se acerca la despedida del 2011 y pronto daremos la bienvenida al 2012, con el deseo de que aporte, a nuestras vidas, todo lo que anhelamos.
Como sabemos, esa noche, en cada país, se celebra de distintas formas. Incluso existen tradiciones, diversas y variopintas, que no coinciden con nuestras fechas.
Cuando llegué a este, mi país natal, me enteré de que, en Santo Domingo, concurre una tradición popular que las festeja en el Malecón de la capital.
Músicos, cantantes y artistas se dan cita allí para esperar, junto al expectante gentío, a que suenen las campanadas que separan un año del otro. ¡Después se sigue con la celebración!
El mar, que está al lado, produce un ambiente especial, con el rumor de sus olas y su esencia salada. El clima cálido y el ritmo caribeño acompañaran a todos los que sueñan con que el próximo ciclo anual será mejor que este.
Es esa esperanza la que une a la mayoría de los pueblos, por muy diferentes que sean sus conductas en estos tiempos.
En las casas, aquí, se degustan platos típicamente dominicanos, sobre todo el lechón asado, el pavo, los pasteles de hoja, los pastelitos, los quipes y un largo etcétera, brindando también con champán, vinos y otros licores.
En España, al igual que en Nochebuena, se derrocha, y se cena a base de mariscos, pularda, cordero, cochinillo asado, o lo que a cada uno le agrade.
Es otra noche especial, no se regatea en nada, con vinos estupendos y licores incluidos.
En Madrid, es tradicional, a pesar del crudo y frío invierno, que muchísima gente, ya sean madrileños o foráneos, se reúna en pleno centro, en la famosa “Puerta del Sol”.
En el momento cumbre, cuando el reloj, de la que fue la antigua Casa de Correos, dé las doce campanadas, se tomarán las llamadas “uvas de la suerte”, una por repique.
El mecanismo del reloj de la Puerta del Sol madrileña, el que marca la hora oficial para toda España, fue comprobado al mediodía y en la medianoche del viernes pasado, para garantizar que, el día 31, dé correctamente las campanadas que anunciarán el fin del 2011 y la llegada del 2012.
Uno de los técnicos, Pedro Ortíz, de Casa Losada, la relojería que controla su mecanismo desde 1997, comentó, el pasado jueves que, en los ensayos de las doce campanadas, participarán cuatro relojeros, el mismo número de personas que estarán a cargo del reloj en el momento en que deba marcar el cambio de año.
Estas campanadas sonarán con un intervalo de tres segundos, explicó Ortíz, añadiendo que el reloj es rigurosamente fiable y que su mantenimiento se realiza dos o tres veces semanales, a lo largo del año.
«Es, seguramente, el reloj mejor cuidado de todo España», afirmó el relojero. Y amplificó que, dependiendo de la temperatura y de alguna otra circunstancia, éste está sincronizado con el Observatorio Astronómico Nacional y tiene una variación de cuatro segundos al mes, un lapso que él considera muy escaso.
Según el especialista, el aparato funciona correctamente y asegura que, aunque fuese necesario, la Casa Losada, está capacitada para fabricar piezas específicas, puesto que no existen recambios asequibles.
El reloj de la Puerta del Sol fue construido en Londres a finales del siglo XIX por el español José Rodríguez de Losada, quien lo donó a la Villa de Madrid, dicen que como muestra de admiración hacia la reina Isabel II.
Es el más popular de España y se encuentra instalado en la fachada de la antigua Casa de Correos, sede actual de la Presidencia del Gobierno de la Comunidad de Madrid, como hemos mencionado.
Del origen de la tradición de comer uvas la noche en la que finaliza el año existen varias versiones. A mi modo de ver, la más fehaciente proviene de un asunto de orden práctico que luego se convirtió en romántico, aunque la mayoría lo desconoce.
En el 1909 se produjo un gran excedente en la cosecha de uvas en España. Los cosecheros, haciendo uso de su desesperada imaginación, lograron liberarse de él, ideando la célebre, y aún históricamente joven, tradición de tomar las uvas el 31 de diciembre, a las doce de la noche.
La verdad es que fueron capaces de promocionar, de forma harto hábil, su producto, muy anteriormente a que se desarrollaran las actuales técnicas de «marketing».
Vinalopó es una comarca de la provincia de Alicante y parece ser la zona, de más antigüedad, de viñedos que produce uva de mesa y no de vino.
En esa comarca, del levante español, las personas mayores aún recuerdan que alguien les contó que, algún lugareño supo guardar y publicitar, como singular y exquisito postre para la cena de Nochevieja, uvas suficientes para que, cada comensal, las tomara cuando el reloj marcara la medianoche.
Según algunos historiadores no hay constancia de ello pero fue a partir de entonces cuando, funcionando el llamado “boca a boca”, se puede hablar de la generalización de la costumbre.
El centenario y popular postre de la cena de San Silvestre se fue incorporando de forma imparable a los festejos que despiden un año y reciben al siguiente en los hogares españoles.
Y, volviendo a la emblemática Puerta del Sol, hay que señalar que es el punto al que también se denomina “el kilómetro cero” de España.
Su nombre se remonta al año 1520, aproximadamente.
Fue durante la rebelión de las Comunidades de Castilla contra el rey Carlos I (1500-1558) cuando los comuneros madrileños fortificaron los accesos a la Villa.
En el extremo más oriental, alzaron una gran torre con una puerta principal, que era la que daba entrada y controlaba el acceso a la ciudad.
Todavía se desconoce el motivo por el que, en el dintel de esta puerta, había un sol pintado que dio lugar a que se la denominara de ese modo, a ella y a su pequeño entorno.
En el 1570, años después de la muerte de Carlos I, la puerta fue derribada para dar más amplitud al paso a la urbe.
La Puerta del Sol, que conservó su nombre como tal y no como “plaza”, ha sido escenario de múltiples eventos históricos. Su fisionomía ha ido cambiando a lo largo de los siglos aunque la localidad siempre ha conservado su sabor castizo.
Durante el régimen de Francisco Franco, pasó a ser la sede de la terrible Dirección General de Seguridad.
A posteriori fue restaurada (1996-1998) para dar lugar a la que hoy es la Sede de la Presidencia de la Comunidad Autónoma de Madrid.
Existen, en España otras costumbres como encender tres velas blancas, pisar el suelo con el pie izquierdo (para dejar partir lo malo del pasado año) tras haber ingerido las uvas y usar prendas íntimas de color rojo, como señal de buena suerte.
El próximo 31 de diciembre, como cada año, se retransmitirá, por varios canales de televisión y radio, la fiesta que allí, en la Puerta del Sol, se celebra, en olor de muchedumbre, cava y alegría.
En los hogares españoles se podrá, por lo tanto, tomar las tradicionales uvas, al son del legendario campanario, sin tener que pasar frío ni agobios multitudinarios.
Esperando que el nuevo año nos traiga PAZ INTERIOR, sobre todo, os deseo ¡FELIZ 2012!