Aída Trujillo

septiembre 28, 2012

Publicaciones en el periódico El Nacional, La Victoria Regia, la flor acuática más grande del mundo

22 Septiembre 2012, 10:57 AM

Vivencias cotidianas de allí y aqui

Escrito por: Aida Trujillo Ricart (https://aidatrujillo.wordpress.com/)

La Victoria Regia, la flor acuática más grande del mundo

Realmente, en España, al igual que en muchos países, la crisis actual está produciendo verdaderos estragos. Pero, precisamente por ello, como todo el mundo está centrado en este importante y devastador tema, he preferido, esta semana, escribir sobre cosas más refrescantes: curiosidades ajenas a la situación politico-social.

Ha tocado, en esta ocasión, el contarles sobre una planta poco conocida por su nombre, a pesar de estar catalogada como la flor acuática más grande del mundo. Se trata de la Victoria Regia, también apelada Victoria amazónica. Aparte de sus propiedades botánicas, parece ser que dicha flor también tiene poderes esotéricos, aún menos conocidos, que la asocian a lo misterioso.*

La Victoria Regia florece cada dos o tres meses en lagunas estáticas, de poca profundidad y de aguas cenagosas, alrededor de los grandes ríos pertenecientes a las selvas amazónicas.

Tadeo Javier Peregrino Haenke

Tadeo Javier Peregrino Haenke

Descubierta por el botánico Tadeo Javier Peregrino Haenke, en el año1801, en Bolivia, se trata de un lirio o nenúfar de agua  El mayor registro conocido de su gran tamaño fue realizado en 1891, midiendo la hoja 2,40 metros.

Empero, en un conocido restaurante, “La Rinconada”, situado a 20 minutos del puente del Urubó, se reconoció una hoja que medía 2,78 metros, marca mundial avalada por varios expertos.

Logo del Restaurante La Rinconada

Logo del Restaurante La Rinconada

Cuando fue descubierta por el experto Tadeo,la planta aún no era conocida con su nombre actual. Alcide d’Orbigny, naturalista francés, fue el viajero (1830-1833) que dio mejor a conocer, mediante sus estudios científicos, a Bolivia. Fue quien envió las primeras de estas plantas, disecadas, a Europa en el 1829.

Alcide d´Orbigny

Alcide d´Orbigny

Sir Robert Schomburgk

Sir Robert Schomburgk

En 1837, Sir Robert Schombruk recolectó flores en la Guyana Británica y bautizó a la planta con ese nombre, en homenaje a la reina de Inglaterra. Desde entonces, la flor acuática más grande del mundo, quedó enlazada a la idea de riqueza y poder.

La Victoria Regia se caracteriza por sus grandes hojas circulares y flota sobre la superficie del agua sujeta a tallos sumergidos que alcanzan entre 7-8 m de largo.

Puede soportar hasta 40 kilos, siempre que el peso se encuentre bien distribuido, en su superficie.

Vive un promedio de cinco años y florece desde principios de marzo hasta julio. Se abre al anochecer, exhalando una fragancia parecida al albaricoque. Se mantiene cerrada a la mañana del día siguiente para volver a abrirse por la noche.

Reina Victoria I de Inglaterra

Reina Victoria I de Inglaterra

La primera de esas noches la flor es de color blanco y es femenina, sólo el estigma está maduro y puede recibir polen. La segunda, la flor es rosada y masculina y las anteras, ya maduras, producen polen para fecundar otras flores. Los polinizadores son escarabajos de la especie Cylocephata castaneal. Éstos permanecen prisioneros durante el día siguiente a la primera noche y, al escapar, lo hacen cargados de polen.

Hoy en día existen numerosas variedades de esta planta gracias a las nuevas biotecnologías. Mediante estas técnicas es posible controlar el tamaño de las hojas y por ello se utilizan a menudo en el paisajismo urbano, tanto en grandes como en pequeños lagos.

El jardín botánico de Bogotá promovió la germinación artificial de la Victoria Regia en 1975 y en 1995, creando un microclima que controla la filtración de los rayos solares, el acondicionamiento de los suelos, la aireación del agua y el control de plagas y enfermedades.

 

*COMPILACIÓN DE FELICIANO ACOSTA , DOMINGO ADOLFO     AGUILERA y CARLOS VILLAGRA MARSAL

LEYENDA DE LA VICTORIA REGIA

            Dicen que se llamaba Blanca una hermosa joven, blanca como los huesos pulidos que se ven en la llanura. En tanto que el joven guerrero, de nombre Rojo, tenía un cuerpo tan bien proporcionado como el de un caballo parejero. Dicen que Blanca y Rojo se adoraban; y así, dicen que un día, mientras paseaban su amor a orillas de un río, Blanca quiso saber si Rojo ciertamente la amaba; para asegurarse de ello arrojó su ajorca a las aguas del gran río Paraná.

            Rojo, entonces, se lanzó al agua, pero no volvió a salir. Blanca, desesperada, fue a casa del brujo para saber qué había sido de Rojo.

            El brujo le dijo que estaba en la profundidad del río, en una mansión incrustada íntegramente de piedras preciosas, bajo el dominio de una bruja, de modo que era necesario buscarlo ahí.

            – Yo iré entonces en su búsqueda -dijo Blanca.

            – Desde luego, solo tú debes ir a rescatarlo, si realmente es cierto que lo amas -acordó el brujo.

            Entonces, Blanca se echó a las aguas, y tampoco volvió a salir.

            En tanto, sus amigas y amigos se habían reunido en la costa para ver si ambos emergían.

            Al estallar el esplendor del sol en el horizonte, despuntó sobre el rostro del agua, roja y blanca, una enorme flor de hondo aroma.

            Desde entonces admiramos esta hermosa planta, llamada victoria regia.

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