29 Diciembre 2012, 9:37 AM 
Vivencias cotidianas de allí y aqui
Escrito por: Aida Trujillo Ricart (https://aidatrujillo.wordpress.com/)
A pocos días de finalizar el año 2012 y empezar el 2013
Como cada año, la gente en general prepara su fiesta para despedir el que se va y recibir el que comienza.
Los que están alegres cantarán y bailarán, comerán y beberán, y realizarán los ritos tradicionales de sus respectivos países.
Fiestas de fin de año en Egipto
Fiestas de fin de año en Cape Town, Sudáfrica
Fiestas de fin de año en Bangkok, Thailandia
Fiesta del cierre de fin de año en República Dominicana
Ya escribí sobre la costumbre, en España, de tomar una uva por cada campanada del reloj, doce en total, antes de las 12 de la noche.
Fiestas de fin de año en la Puerta del Sol de Madrid
Este año ha sido especial ya que, como comenté, se ha producido un cambio de Era. Han ocurrido cosas muy trascendentes para nuestro mundo, aunque parezca que todo sigue igual.
Es importante que nos mantengamos en estado positivo, aunque las cosas no nos vayan bien. Esto es algo bastante difícil pero, el simple hecho de intentarlo, no sólo nos ayudará a nosotros mismos sino que producirá un efecto bienhechor a nivel mundial.
Me he levantado recordando una canción, del español grupo musical “Mecano”, cuya letra, en parte, quiero compartir con ustedes.
Es posible que muchos ya la conozcan:
“En la Puerta del Sol como el año que fue
Otra vez el champagne y la uvas y el alquitrán,
De alfombra están.
Los petardos que borran sonidos de ayer
Y acaloran el animo para aceptar
Que ya pasó uno más.
Y en el reloj de antaño como de año en año
Cinco minutos más para la cuenta atrás.
Hacemos el balance de lo bueno y malo
Cinco minutos antes de la cuenta atrás. (…)
Y aunque para las uvas hay algunos nuevos
A los que ya no están echaremos de menos
Y a ver si espabilamos los que estamos vivos
Y en el año que viene nos reímos.”
Es verdad que estas fechas nos hacen recordar a “los que ya no están” hasta el punto de entristecernos, y mucho, en ocasiones. Pero también es verdad que, como no hay más remedio que seguir viviendo, mientras nos toque, debemos intentar proponernos reír el año que viene.
Pero empecemos desde ahora, desde este momento. Quizás, de ese modo, podremos también alegrar a los que nos rodean.
En el 2010 falleció mi hijo Jaime. No pude lograr sonreír y me encerré, junto a mi dolor, en mi casa, al igual que en el 2011.
Pero este año está conmigo mi más joven, Nicolás. Deseo, aunque la tristeza me invada, no hacérselo notar para que él pueda celebrar y sonreír, despidiendo el 2012 y recibiendo al 2013.
Desde estas breves líneas les mando toda la energía positiva para enfrentar el nuevo año. 
Les deseo Amor, Paz Interior, Prosperidad a todos los niveles y, sobre todo, que puedan conectar con su Yo Superior. ¡Feliz Año Nuevo!
Aída Trujillo 