Aída Trujillo

agosto 27, 2011

Publicaciones en el periódico El Nacional, Las mudanzas

12 Agosto 2011, 11:08 AM

Vivencias cotidianas de allí y aquí

Las mudanzas

Escrito por: Aida Trujillo Ricart (https://aidatrujillo.wordpress.com/)

 

Suelen ser inevitablemente insoportables, a pesar de que el traslado pueda producirse de un sector de la misma ciudad  a otro. Aunque es bastante poco, he conocido, en España, gente que no se ha mudado nunca de casa.  Me parece, por un lado envidiable, pero, por otro, aburrido.

Nuevamente me toca mudarme, por sexta vez, nada menos, en mi país, desde mi llegada que cumplirá su segundo aniversario el 3 de septiembre.

Cabarete centro

Cabarete centro

Esta vez me voy hacia al norte, término de Puerto Plata, concretamente a Cabarete. Existen diversos motivos para haber elegido ese destino pero, me da en el corazón que es el que me corresponde en estos momentos.

Las mudanzas son odiosas, por lo menos para mí y la gente que me rodea y coincide conmigo. Además, cuando uno está instalado en una casa, lo tiene todo más o menos organizado. ¡O eso creía! Y lo digo porque, de pronto, uno se encuentra con que no halla tal o tal cosa que debería estar en tal sitio.

Finalmente, cuando lo encuentra, ya no sabe ni en qué caja colocarlo “para no olvidar que está ahí”.  Obviamente, lo olvida hasta que no tiene el coraje de vaciar todo, cosa que no se suele hacer en un día.

Cuando no se tienen demasiadas pertenencias, uno piensa que, en un par de días, como mucho, lo habrá recogido y empacado todo. Es una de las mentiras más grandes que me he regalado a mí misma cada vez que me he cambiado de domicilio. Pero, lo mejor de todo, es que siempre vuelvo a caer en mi propia trampa.

Preparas cajas, que nunca son suficientes, aunque uno se engaña también pensando que las hay de sobra, y te convences de que en un “plis plas”, como se dice en España, las rellenarás y vendrán a recogerlas.

Eres, obviamente, consciente de que, una vez que te hayas trasladado a tu nuevo hogar, tendrás que elegir puntualmente adonde vas a colocar los muebles y objetos. “¡Pero eso será cuando llegue allí, tranquilamente, sin prisas!” “¡Marcaré cada caja con lo que contiene, eso facilitará todo!”

Empiezas, normalmente de buen humor, si te agrada el trasladarte de adonde estás viviendo en ese momento, y a sacar cosas de los armarios, gavetas, baldas, etc. Pero, al cabo de tres o cuatro horas de extenuante y aburrido trabajo, te das cuenta de que queda aún más, muchísimo más de lo que creías. Y tu entusiasmo empieza a deteriorarse, pasito a pasito.

En estos momentos estoy en esa fase, aunque reconozco que hoy he conseguido hacer mucho, pidiendo ayuda, por supuesto. Una ayuda que pensaba, como siempre, que no me iba a hacer falta.

Ahora estoy ilusionada con “saber” que, cuando llegue a mi destino, podré desembalar y colocar a mi ritmo, despacio, con música, sin niños con sus horarios, etc.

Pero, en el fondo sé que, no será así.

Eso sí. Cuando coloque lo imprescindible,me prometo a mí misma caminar hacia la playa y darme un chapuzón en el mar.

Estoy segura de que comprenderán este escrito tan absurdo y tan real como la vida misma.

¡Vengan a visitarme! ¡Aquello es precioso!

EN EL MOMENTO EN EL QUE PUBLICO ESTA ENTRADA, YA ESTOY EN MI NUEVA CASITA

Primera foto en Cabarete, mañana del 8 de agosto

Primera foto en Cabarete, mañana del 8 de agosto

Primera noche, con el colchón en el suelo

Primera noche, con el colchón en el suelo

Por donde empezar...

Por donde empezar...

Pero, el 22 de agosto por la noche, víspera de mi cumple, "Irene" no nos dejó dormir...

Pero, el 22 de agosto por la noche, víspera de mi cumple, "Irene" no nos dejó dormir...

Organizando

Organizando

Por supuesto, traje mis queridas plantas

Por supuesto, traje mis queridas plantas

Chilling, mi perrito, se instaló haciendo honor a su nombre

Chilling, mi perrito, se instaló haciendo honor a su nombre

Yo, en la nueva casa

Yo, en la nueva casa

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.